jueves, 20 de marzo de 2008

El cohabitante 2

Si, Marah lo miro con con esos ojos desorbitados de loca que siempre ponia, como diciendo, Carajo que hiciste!, obiamente hacia tiempo que Mariah no lo veia, demaciado, y solo tenia recuerdos de otro hombre, uno que el ya no era -que habia dejado de ser- alli estaba ella observando el fiambre sobre la cama del sucio Motelucho, de esos apestosos en las paradas de camiones junto a la carretera O-26, una estatal cualquiera perdia en medio del desierto, pero abarrotada de camioneros que descansan por las noches, para seguir su camino.
El pobre infeliz la habia pasado mal, pero por lo menos lucho por su vida, eso parecia, segun la aguda vision de 12 años de Detective de Investigaciones, y tambien vio a su amigo -amante y confidente en otras epocas- sentado placidamente en un sofa casi desmenusado que parecia haber nacido en el hotel. El con su mirada impacible de, si diablos lo hice si y que, ya lo he hecho y lo volvere a hacer! -esa que siempre le ponia cuando todo estaba mal- permanecio sentado aguardando el interrogatorio de Marah

Ella lo miro fijo, hizo sonar sus dedos -estaba nerviosa- no imaginaba que pudo haber pasado por la cabeza de ese bastardo al que llamaba amigo, que lo llebase a hacer semejante cosa, solo lo miro y el supo que ella queria respuestas.
-Escucha cariño...
-NO ME DIGAS ASI!!!, Nunca me gusto!!!...
-Bueno no empieses a gritar si, solo escuchame,
puedes hacerlo por un momento sin ponerte la cara de "soy la perfecta detective" eh?!
bajo la cabeza, sabe que a el tampoco le gustaban algunas cosillas de ella.
-Si Brian disculpa, es que todo esto...
-Solo escuchame... sera dificil pero intentalo si
Asintio con la cabeza, con la mirada comprensiba de siempre, y le dejo hablar.
-Marah, he cambiado muchos con los años, ya no soy aquel pequeño delincuente enamorado de la estudiante de policia, todavia no se como nos encontramos, despues de tanto tiempo...

Miro a a su alrededor y tomo un cigarro, miro al fiambre y se tomo dos o tres segundos para aclarar su mente, no era facil, y menos con ella... lo que tenia para decir era sobre el horror, y eso nunca es facil y mas con una amiga como ella.

-Si le he matado, y he bebido su sangre, pero no era nada mas que basura, un vil pedofilo...
-QUE!!!!!
-Estabamos en que me dejarias hablar no?
-Si, disculpa
-Si Marah, ya no soy un hombre, deje de serlo desde ella, desde la criatura que me volvio lo que soy... puede parecer loco e irracional, pero soy un Vampiro.
Su rostro parecia salirsele por los ojos desfigurados, no resistio los colmillos de Brian, ya todo le cerraba, la cabaña, el murcielago, las llamadas por telefono, sus sueños con el, Marah la gran Detective cayo desmayada casi en segundos, y el impacible, se levanto del mohoso sofa, quito cuerpo y sabanas de la cama, tiro todo a un costado, y la levanto y la recosto sobre la cama... apenas murmurando...
-Cariño, no me tardo, duerme descansa
Y ella suavemente asintio con la cabeza, tal asi era el poder de Brian sobre la mente de los mortales, tomo su camisaco de cuero y las llaves de la motocicleta, sobre la mugrienta repisa de madera, un papel, en el un numero de telefono y una direccion, sabia lo que tenia que hacer, y con eso bastaba...

El cohabitante

... Bajo la luz de la Luna llena de Junio, tomo su motocicleta y miro el camino, que le llenaba su imaginacion de miles de reflejos rojizos de amaneceres que nunca vendrian, no como antes, ya no, nunca mas, sueños de muertes en la noche, recuerdos de los cuentos mas oscuros, marchando en su cabeza como fotogramas, desgastados, sucios y añejos, solapando asi anelada calma de la muerte que no le llega, y no le llegara, ya no, nunca mas, y el asi se puso sus lentes oscuros, encendio su motocicleta y tomo el camino, uno nuevo que la vida le puso delante, uno lleno de deseperacion y de anciedad, de muerte, deseo y redencion, el cual tomo no por decicion propia, se le fue impuesto, y no era algo que el pudiese cambiar...
No, ya no veria mas amaneceres, solo soñaria con ellos, formando nubes de recuerdos que se irian con con el humo de su cigarro, se ira ella y su vida, como todo lo que se ira llendo, y el seguira ahi, porque ya no puede morir, la muerte no lo buscara, a menos que el no la busque a ella...
Dejo atras la vieja gasolinera en la carretera, esperando no volver, dejo su pueblo triste viejo y desolado, tomo ese camino nuevo y asi, comenzo todo, la historia de ese hombre que ya no era uno, y ahora existe para sentir el llamado...
el llamado de la sangre.
 
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